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| Imagen Propiedad Editorial Forja. |
En Abril del año 1818, Chile vivió una gran batalla, una que
le daría la libertad frente a los españoles, la Batalla en los campos de Maipo.
Fue ese año en que tres amigos coincidieron por una aventura
que los enfrentaría en la lealtad, el misterio y la codicia.
Diego, Luis y Enrique viajan al norte de nuestro país para
desentrañar las indicaciones que un viejo cura
dejo escritas, donde aducía que al pie de una montaña andina se
encontraría un tesoro jamás soñado, comparado solamente con la legendaria “Ciudad
de los Cesares”...
Esta es más o menos la historia que comparten estos tres
muchachos en una época donde deberán sobrevivir gracias a la amistad y la
camaradería.
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| Imagen Fuente Internet |
Ahora aquí tendremos que hablar del protagonista de la “otra”
aventura, donde convive el relato histórico y la ficción:
Es Vicente Benavides, Capitán de las tropas Realistas que
van entrando derrotadas a la ciudad de Santiago camino de la cárcel donde
conoce justamente a Diego Muñoz, a quien cuenta -a manera de desahogo, pues
sabe que podría acabar fusilado por los patriotas- la historia de su vida, una
vida también llena de aventuras… y que sería realmente así hasta el fin de sus
días.
A través de los relatos de ambas historias, Manuel Treviño,
su autor, nos ubica en el centro de un Chile convulsionado, temeroso de todo y
de todos, una tierra pobre, hambrienta y desde luego débil luego de las
batallas que se dieron una tras otra incluso mucho después del triunfo de
Maipú.
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| Manuel Treviño |
Pero también es una muestra del Chile inocente, analfabeto,
lleno de miedos, sueños, mitos, historias de campo, sus primeros pasos a
convertirse en un país grande, libre y hermoso de la mano de libertadores,
guerreros y pacificadores que dieron todo por sus planes de dejar a los descendientes
un lugar donde la democracia sería real y compartida por todos…; es por eso que
Manuel Javier Rodríguez Erdoíza tiene un papel especial en esta novela.
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| Manuel Javier Rodríguez Erdoíza |
Es fácil darse cuenta que Manuel Treviño ama nuestra
historia y que goza contándonosla agregando detalles de las costumbres sobre el
día a día y el hablar popular.
Deleitate con este trabajo hecho con ganas, cariño y el
deseo de que recordemos y no olvidemos nuestra historia.
Saludos a todos.-
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